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Todd Bentley durante el avivamiento en Lakeland, se apelaba a darle "libertad al Espíritu"
Pero cuando se conviertan al Señor, el velo será quitado. El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor (2 Co 3.16-18)

Para muchos, la expresión "donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad", es una certificación para que puedan ocurrir o hacer cosas como, lanzarse al suelo, golpearse, saltar, aullar y muchas cosas más en nombre de que son "libres en el Espíritu" y que están llenos del Espíritu. Cuando alguien cuestiona este tipo de asuntos, estos grupos llegan a decir que, se está privando "de libertad al Espíritu".

Pero ¿qué tan cierto es esto? ¿es a eso qué se refería Pablo cuando escribió "dónde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad"?

Veamos el contexto

Cuando leemos el capítulo 3 de la segunda carta a los Corintios, nos damos cuenta que el apóstol Pablo está contrastando el antiguo pacto con el nuevo pacto. Pablo escribe:
"no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón." (2 Corintios 3c)
Este contraste era necesario para que, la iglesia comprendiera que ahora en Cristo, que ahora estamos "mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor." Las sombras han sido disipadas.

Kruse, C. G., comenta al respecto:
"Bajo el nuevo pacto, donde el Espíritu es el poder operativo, hay libertad. Bajo el antiguo pacto, donde reina la ley, hay esclavitud.
Cuando la gente vive bajo el antiguo pacto de la manera en que lo hicieron algunos de los contemporáneos de Pablo (buscando la aceptación ante Dios por medio de las obras de la ley), no hay libertad. Las demandas de la ley no pueden cumplirse y, por lo tanto, están bajo su condena. Pero bajo el pacto del Espíritu, hay libertad. No hay más recuerdo de los pecados (Romanos 4: 6-8), y no hay condenación del pecador (Romanos 8: 1). El Espíritu mismo da testimonio con nuestros espíritus de que somos hijos de Dios (Romanos 8: 15-16), y caminando por el Espíritu las demandas justas de la ley se cumplen en nosotros (Romanos 8: 3-4). Tal libertad engendra osadía, y así en vv. 12-13 Pablo puede decir que es "muy audaz" (en su trato con los corintios), a diferencia de Moisés, que carecía de esa audacia (hacia los israelitas)." [1]

¿Libertad del Espíritu o libertad del creyente?

El problema de interpretación respecto a 2 Cor. 3:17, radican en una mala lectura. Para algunos, el término libertad es acuñado a expresiones como:
  • " Demos libertad al Espíritu"
  • " El Espíritu está aquí, hagamos lo que sintamos hacer"
  • "No limite al Espíritu" 
Todas estas expresiones, no contienen ningún sustento bíblico. ¿Por qué? El Espíritu es Dios por lo tanto no puede ser limitado ni liberado, y por otro lado no podemos hacer lo que queramos hacer en nombre del Espíritu.

Lo que el apóstol Pablo, nos dice es que, efectivamente somos libres de cualquier ley o normativa, ahora estamos en el nuevo pacto, en el ministerio del Espíritu.

Hughes, P. E., comenta:
"Los judíos estaban esclavizados por la letra que mata [entiéndase la Ley](a), pero los cristianos han entrado en la libertad de Cristo: la libertad dinámica del espíritu en oposición a la mera letra. Y es importante que el hombre que ha sido liberado en Cristo no regrese a ningún tipo de esclavitud no evangélica. De ahí el recordatorio apostólico a los Romanos de que el espíritu que habían recibido era el espíritu de adopción, no de esclavitud para temer nuevamente (Romanos 8:15), y la amonestación a los Gálatas: "Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. "(Gálatas 5: 1)." [2]

Libres en Cristo, no libres para hacer cualquier cosa

Por la lectura del capítulo tres y las obras citadas, podemos llegar a la conclusión que, el texto no nos está incitando a que en nuestras reuniones podemos hacer cualquier locura sino que ahora en Cristo podemos vivir libre en la ley del Espíritu.
Cuánto daño podría evitarse si estos grupos se detuvieran a analizar un poco.




[1] Kruse, C. G. (1987). Vol. 8: 2 Corintios: una introducción y comentario. Título de portada: 2 Corintios. Comentarios del Nuevo Testamento de Tyndale (100). Nottingham, Inglaterra: Inter-Varsity Press.

[2] Hughes, P. E. (1962). Paul's Second Epistle to the Corinthians. The New International Commentary on the Old and New Testament (116). Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishing Co.

(a) Hago esta aclaración, porque siempre hay algunos que utilizan la expresión "la letra mata", para excusar su negligencia del estudio de las Escrituras.

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