Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. (1 Juan 2:1)
El apóstol Juan establece un segundo propósito para su carta: Que sus lectores no pequen. Veamos de cerca este versículo.
Amor y verdad: Hijitos míos ( 2:1a)
Antes de corregir a cualquiera que pueda estar negando o racionalizando su pecado, Juan se presenta ante ellos con un tono afectivo y conciliador, llamando a sus lectores como "hijitos míos" (Gr. teknion mou)
"Los pastores de la iglesia primitiva solían llamar a sus seguidores como "hijos", tomando como modelo la estructura metafórica de una familia (ver 1 Cor. 4:14; Ga. 4:19; 1 Tim. 1:12)" [1]
En este contexto la expresión "hijitos míos" muestra el afecto de Juan al momento de tratar el pecado.
El sentido de lo que ha escrito (2:1b)
Juan dice que "estas cosas", refiriéndose a la confesión y perdón de pecados, han sido expuestas no para justificar una vida que se deleita en pecar y que luego se confiesa, sino que los lectores deben considerar el no pecar.
"El objetivo de Juan fue que sus lectores pudieran reconocer sus pecados y confesarlos; y tratar de vivir sin pecado" [2]
Jesucristo nuestro abogado (2:1c-2:1d)
Llegamos a la parte final de este versículo. En esta parte, Juan reconoce la posibilidad de que los creyentes pequen, por lo cual dice "si alguno hubiere pecado", hay esperanza, hay perdón en Cristo Jesús, Él es nuestro abogado*.
La palabra abogado proviene del griego parakletos. En las Escrituras, la palabra parakletos es usado exclusivamente por Juan, lo encontramos en Juan 14:16,26; 15:26; 16:7.
¿Qué es un parakleto?
"En los antiguos textos helenísticos, el parakleto es presentado constantemente como un defensor, el que habla en nombre del acusado (no en el sentido profesional que utilizamos hoy en día, sino como un amigo o un patrón que hablan en favor del acusado)" [3]
Es interesante tener en cuenta también que no pesaba tanto "la capacidad del parakleto para defender a alguien, sino más bien la condición [status] del parakleto, lo cual le permitía lograr un buen resultado para el que era acusado" [4]
Que gran privilegio gozamos en Cristo Jesús el justo, que nos representa ante el Padre.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. (Romanos 8:34)
* La Nueva Versión Internacional, utiliza la palabra "intercesor".
[1] Cartas de Juan: Comentario Bíblico con aplicación NVI
[2] The Epistle of John, NICNT.
[3] The Letters of John, Pillar New Testament Commentary
[4] 1, 2, 3 Jhon, ZECNT