Una de las ideas más populares en el mundo evangélico es que los pensamientos tienen poder. Los pensamientos por naturaleza tiene poder para destruir y para crear. De tal modo que, algunos creen que si piensan en algo con mucha dedicación, enfoque y devoción a Dios, se volverá realidad. ¿Quieres una nueva licuadora? Sólo piénsalo, enfócate, cree, imagina y Dios lo hará...porque tus pensamientos tienen poder.
¿Suena interesante, no? Pero ¿es acaso bíblico? Como veremos en esta primera parte, esta enseñanza no nace en las Escrituras.
Ciencia Mental: El origen del poder del pensamiento
Para entender mejor de dónde surge esta enseñanza del poder del pensamiento, es necesario ir a la historia.
A mediados del del siglo XIX surgió en Estados Unidos un movimiento conocido como "Ciencia Mental", "años más tarde recibiría el nombre de Nuevo Pensamiento (New Thought, en inglés) este movimiento creció internacionalizándose y produciendo grandes escritores durante todo el siglo XX . El Nuevo Pensamiento no es en sí una religión aunque de este movimiento surgieron algunas instituciones filosófico-religiosas como el movimiento Unity (Unity Church), la Ciencia de la Mente (Ciencia Religiosa) y la Ciencia Divina (Divine Science) entre otros, durante el siglo XIX.
El Nuevo Pensamiento es una filosofía que proclama la necesidad de una experiencia directa con el Creador, sin necesidad de intermediarios. El mensaje central del Nuevo Pensamiento es que el pensamiento de cada persona da origen a sus experiencias, a su visión del mundo. Por ese motivo el Nuevo Pensamiento pone un gran énfasis en la actitud mental positiva, la meditación y los ejercicios de afirmaciones. El Nuevo Pensamiento también tiene algunos paralelismos con el monismo hindú." [1]
Kate Bowler, muestra que hubieron tres aspectos del Nuevo Pensamiento que se convirtieron fundamentales respecto a la perspectiva del siglo XX sobre el poder de la mente:
- "En primer lugar, unidad entre Dios y la humanidad, declarando que la separación de la Divino era sólo una cuestión de grado. El terreno religioso americano, profundamente arrastrado por Ralph Waldo Emerson, fue tierra fértil para una alta antropología (es decir, una teología optimista de la capacidad humana.) Como muchos autores del Nuevo Pensamiento trabajaron dentro un marco cristiano, exploraron la "salvación" no como un acto impuesto desde arriba por Dios, sino más bien un acto de sacar el potencial de la humanidad.
- Segundo, el Nuevo Pensamiento enseñó que el mundo debería ser reimaginado como pensamiento y no como sustancia. El mundo espiritual formó la realidad absoluta, mientras que el mundo material era la proyección de la mente. diferente a la Ciencia Cristiana, el Nuevo Pensamiento nunca negó la realidad del mundo material, pero lo vio como contingente a la mente. La posición correcta con lo divino requería la alineación sagrada, una conexión mística que ganó el famoso sello de "religión armoniosa" del historiador Sydney Ahlstrom.
- En tercer lugar, el Nuevo Pensamiento argumentaba que las personas compartían el poder de Dios para crear por medio del pensamiento. La gente moldeó sus propios mundos con su pensamiento, tal como Dios había creado el mundo usando el pensamiento. Los pensamientos positivos produjeron circunstancias positivas, y los pensamientos negativos dieron lugar a situaciones negativas." [2]
Como vemos, el poder del pensamiento nace como un principio filosófico y místico, su origen y práctica no son respaldados por las Escrituras. Pero ¿cómo llegó esta corriente, a ser parte del mundo cristiano?
La introducción de la herejía.
Para saber donde se introdujo "el poder del pensamiento", es necesario ir a los años 1900 y conocer a E.W. Kenyon. Kenyon estaba muy influenciado por el fundador del Nuevo Pensamiento Phineas Quimby (sus falsas enseñanzas son la base del culto llamado Ciencia Cristiana iniciado por Mary Baker Eddy, las creencias tempranas de la Nueva Era). E.W. Kenyon fue a Emerson College of Oratory en Boston, que fue un lugar donde crecía el nuevo culto llamado "Nuevo Pensamiento". El Nuevo Pensamiento afirmó haber descubierto leyes de fe.
Con estas enseñanzas Kenyon mezcló la doctrina cristiana ortodoxa para crear las creencias falsas y peculiares que se convirtió en lo que ahora conocemos como el "Movimiento de la Palabra de Fe (MPF), el cual promovía los elementos del poder del pensamiento y positivismo, utilizando las Escrituras. Una de las ramas evangélicas más afectadas por esta enseñanza fue el pentecostalismo. Actualmente se ha extendido a otros movimientos evangélicos.
El pentecostalismo era "conocido por sus experiencias celestiales, adoración extática, hablar en lenguas y enfocarse en el inminente regreso de Cristo, los pentecostales también se distinguieron con reivindicaciones radicales acerca de las bendiciones terrestres de Dios. Al igual que sus predecesores evangélicos radicales, predicaron un "cuádruple" evangelio de sanidad divina, salvación personal, el bautismo del Espíritu Santo y el pronto regreso de Cristo. Reclamaron el cuerpo humano como foco primario de la acción divina.
Como el evangelista de la Ciudad de Sión, John G. Lake, observó que la salvación era "un todo incluido", ya que incluía todo lo que Dios hace por el espíritu, alma y cuerpo del hombre ". No es de extrañar entonces que muchos pentecostales encontraron a Kenyon útil. Las relaciones de Kenyon con algunos de los más grandes pentecostales y líderes de aquellos tiempos, como William Durham, Aimee Semple McPherson, John G. Lake y F. F. Bosworth- llevaron a muchos a confundirlo con un pentecostal."[3]
Como el evangelista de la Ciudad de Sión, John G. Lake, observó que la salvación era "un todo incluido", ya que incluía todo lo que Dios hace por el espíritu, alma y cuerpo del hombre ". No es de extrañar entonces que muchos pentecostales encontraron a Kenyon útil. Las relaciones de Kenyon con algunos de los más grandes pentecostales y líderes de aquellos tiempos, como William Durham, Aimee Semple McPherson, John G. Lake y F. F. Bosworth- llevaron a muchos a confundirlo con un pentecostal."[3]
El MPF siguió creciendo, ya unos años después de Kenyon, encontramos a otros líderes cristianos que abrazaron estas nuevas enseñanzas.
Norman Vincent Peale, fue uno de ellos, quién promovió en gran manera "el poder del pensamiento" a través de sus libros. El más conocido de sus escritos es "El Poder del Pensamiento Positivo", con tal título no hay duda de cuál era su posición. Se dijo de Peale: "Ha desarrollado un nuevo énfasis cristiano en base de un compuesto de ciencia mental, metafísica, ciencia cristiana, práctica médica y psicológica, evangelismo bautista, testimonio metodista y un sólido calvinismo reformado holandés." [4]
Otro maestro encargado de difundir esta falsa enseñanza fue, Robert Schuller quien tenía relación con Peale. Schuller mezcló el pensamiento positivo y el poder del mismo, con otros elementos humanistas, como la autoestima, el valor del hombre, etc. Todas estas hicieron que la doctrina del pensamiento positivo y creador, tomará robustez.
La historia claramente nos enseña que esta enseñanza del poder del pensamiento no es bíblica.
Cuando vemos el MPF, nos damos cuenta que ellos utilizan la Biblia para respaldar sus enseñanzas. De hecho hay muchos versículos que "parecen" apoyar sus enseñanzas, pero cuando analizamos detenidamente dichos versículos, nos damos cuenta que se trata de una mala interpretación.
En el siguiente post, hablaré acerca de la Biblia y el poder del pensamiento, veremos algunos versículos utilizados por los maestros de la MPF y las respectivas objeciones.
[2] Blessed, Kate Bowler
[3] Ibid
[4] Explosión carismática