Continuando con esta serie del Evangelio de Marcos, he encontrado en el cap. 1 versículo 7, una idea digna de ser considerada.
Y predicaba, diciendo: Tras mí viene uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar, inclinándome, la correa de sus sandalias. Marcos 1:7 LBLA
a) Esto no se trata de él
b) No se creía digno del siervo del Todopoderoso.
Ambas ideas podrían resumirse en una palabra: Humildad. El mensaje y la vida del Bautista estaban rodeadas de un halo de sencillez, humildad y reverencia a Dios.
William Barclay, dice:
"Su propio veredicto[el del Juan el Bautista] era que no merecía hacer ni la labor de un esclavo. Las sandalias estaban hechas sencillamente de una suela de material que se sujetaba al pie con unas correas que pasaban entre los dedos. Las carreteras no estaban pavimentadas. En tiempo seco estaban llenas de polvo, y en tiempo húmedo de barro. El quitarle las sandalias al que llegaba a la casa era algo que correspondía nada mas que a un esclavo. Juan no esperaba nada para sí mismo y sí todo para el Cristo al que proclamaba"
Cuanta diferencia el mensaje y la actitud de Juan el Bautista, cuando es comparado a muchos maestros o predicadores, cantantes cristianos que buscan ser el centro de atención. Y tanto es su deseo por reconocimiento y gloria que no temen en hablar de cosas ajenas a la palabra de Dios. Aprendamos de Juan el Bautista y aprendamos a dar la gloria a Dios.