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¡Bienvenidos al recorrido por el Salmo 119!

Son 176 versículos que nos esperan de aquí en adelante. Algunos conocidos, otros permanecen en el olvido. Pero en el transcurso de nuestro estudio, los descubriremos.

Me acerqué al Salmo 119, y lo primero que llamó mi atención fue que está dividido en veintidós secciones y cada una de ella iniciaba con una expresión en otro idioma, por ejemplo: Álef, Bet, Guímel, etc., Thomas Manton en su primer sermón del Salmo 119, dice que "estás veintidós secciones corresponden al número de letras del abecedario hebreo, cada parte contiene ocho versículos. Considero que no hay nada de misterio en esto, únicamente sirve como ayuda a la atención y memoria" [1]

Luego en el primer versículo nos encontramos con la palabra "bienaventurado", que puede traducirse como "dichoso". ¿No les parece interesante que el salmista inicie su salmo con la palabra dichoso? Lo que estamos a punto de considerar en este salmo es una dicha, un motivo de gozo para nuestra alma.

La gente está buscando la felicidad, la busca en diversos lugares, pero nada puede llenar sus corazones. Manton, escribe "Puesto que no pueden tener la felicidad de Dios, resuelven ser sus propios escultores y hacerse tan felices como puedan en el disfrute de las cosas presentes". 

Pero la verdadera dicha está en la ley de Jehová. Si queremos vivir de forma agradable a Dios, debemos andar conforme a Su palabra. Thomas Manton añade, "Tomen la ley de Dios como su regla. Estudien la mente de Dios, y conozcan el camino al cielo, y manténganse en el"


En estos tiempos, es fácil encontrar nuestra "felicidad" en muchas cosas, pero únicamente la palabra de Dios, Su ley, podrá satisfacer verdaderamente nuestro corazón.


ALEF
Dichosos los que van por caminos perfectos,
    los que andan conforme a la ley del Señor.

Dichosos los que guardan sus estatutos
    y de todo corazón lo buscan.
Jamás hacen nada malo,
    sino que siguen los caminos de Dios.
Tú has establecido tus preceptos,
    para que se cumplan fielmente.
¡Cuánto deseo afirmar mis caminos
    para cumplir tus decretos!
No tendré que pasar vergüenzas
    cuando considere todos tus mandamientos.
Te alabaré con integridad de corazón,
    cuando aprenda tus justos juicios.
Tus decretos cumpliré;
    no me abandones del todo.
(Salmos 119:1-8)



Y tú estimado lector ¿encuentras tu felicidad en Dios? ¿eres feliz? Medita en la primer sección del Salmo 119 y pidamos a Dios que nos ayude a vivir en Su Palabra. 

[1] Manton, Thomas. The Works of Thomas Manton, Vol. VI, Sermon I. 


El próximo miércoles un nuevo post sobre esta serie.

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