Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
Col. 2:13
Las Escrituras nos dicen que fuera de Cristo, estamos muertos en nuestros pecados. Esto suena a malas noticias, un cadáver no puede levantarse de la tumba.
La salvación es un regalo: nosotros no contribuimos en absolutamente nada. Cuando Jesús llama a Lázaro de la tumba, Él hizo el trabajo, no Lázaro. La salvación depende de la misericordia de Dios y Su fidelidad a sus promesas.
Salvos por fe, y permanecemos en esta salvación porque Dios preserva y sustenta nuestras vidas.
Las buenas nuevas incluyen el hecho que no necesitamos vivir con temor de perder nuestra salvación.
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. (Juan 10:28)
"La única cosa propia con la que contribuimos a nuestra salvación es el pecado que la hace necesaria" ~William Temple
[Devocional tomado y adaptado de "Truth: A Bigger View of God's Word" por Randy Alcorn]