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El apóstol Pablo escribe a los Efesios: "A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo." (Efesios 3:8) ¿De qué riquezas está hablando Pablo? Hoy en día, mucha gente quiere riqueza, abundancia y prosperidad, de modo que, algunas tendencias teológicas han adaptado muchos textos bíblicos para enseñarnos que, los creyentes podemos y debemos ser ricos. Al leer el texto citado, es evidente que Pablo habla de una inescrutable riqueza, pero ¿a qué se refiere? Antes de responder a esta pregunta, veamos lo siguiente:

Pablo reconocía su dependencia de Dios

"A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos,"
Pablo no tenía problemas de autoestima ni estaba tomando una posición de víctima. Lo que el apóstol afirmaba, es que él no merecía ser lo que era, su pasado, su historia, no eran loables. Pablo el perseguidor, nunca imaginó que alguna vez sería el enviado de Aquel a quien perseguía. 
Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; (1 Cor. 15:9-10a)
Pero así funciona la gracia de Dios, no se fundamenta en el mérito del hombre, sino únicamente en la voluntad sabia y soberana de Dios. El orgullo del hombre es derribado al reconocer que el conocimiento de las buenas nuevas de Jesucristo es únicamente por gracia. 

Pablo sabía su misión en Cristo Jesús

"me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles"
El apóstol reconoce que su ministerio es un don de Dios, no es algo que él mismo se impuso a sí mismo sino todo lo contrario, fue Dios designando a este hombre para una tarea muy especial. En nuestra actualidad, encontramos a muchos deseando participar del ministerio de la predicación o alabanza, no para llevar gloria al nombre de Dios y expandir Su reino, sino más bien para generar ganancias y popularidad. ¡Dios tenga misericordia!

La palabra anunciar deriva del término griego εὐαγγελίσασθαι (evangelizar, predicar). Por lo que Pablo, dice a sus lectores que, su llamado es a predicar entre los gentiles. Lucas escribe en Hechos, lo que Ananías escuchó del Señor, respecto a Pablo: 
Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel; (Hechos 9:15)

La proclamación de Pablo a las naciones

"el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,"
Hoy en día escuchamos tantas cosas desde los púlpitos, y la mayoría de ellas no tienen nada que ver con las Escrituras. Historias, anécdotas, fábulas y hasta chistes han plagado los sermones de muchos predicadores con el objetivo de ser relevantes, agradables y populares. Sin embargo, para Pablo la tarea de predicar no estaba relacionada a la popularidad sino a la fidelidad con Dios. Él dice, lo que yo proclamo es "el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo."

Y aquí volvemos a nuestra pregunta inicial, ¿a qué se refiere con esa expresión "las inescrutables riquezas de Cristo"?
Francis Foulke en su comentario sobre Efesios, escribe: 
"Esas riquezas inescrutables no eran simplemente el evangelio, ni la doctrina, sino el mismo Cristo (ver Mt. 13:44). Y el privilegio inestimable del llamado de Pablo fue presentar a Cristo a los gentiles que no habían oído hablar de él antes, ni habían sido incluidos en su reino (ver Hechos 9:15, 22:21, 26: 17-18, Romanos 11: 13; 15: 16-21; Gal 2: 7-9)." [1]

Es decir que el texto podría ser leído de la siguiente manera: "me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de Cristo quien es de inescrutable riqueza"

F. F. Bruce, añade:
 "La riqueza de la gracia y la gloria divinas desplegada en el evangelio se resume en Cristo. La proclamación de tal Salvador al mundo fue un servicio que Pablo bien podría "glorificar", como lo expresa en Rom. 11:13" [2]

Otro autor añade: 
¿Cuáles son esas riquezas de Cristo? Pueden ser las riquezas que Cristo provee (genitivo subjetivo), y Pablo ya ha especificado algunos beneficios de la salvación en Cristo (por ejemplo, 1: 7, 18, 2: 4, 11-22, 3: 6). Alternativamente, O'Brien, 241, entiende esto como un genitivo posesivo: son las riquezas que pertenecen a Cristo. Sin descontar estos matices, creo que lo más probable es que las riquezas sean Cristo, tomando el genitivo "de Cristo" como epexegético o aposicional (vv.7, 16; véase Col 1:27). Pablo predica a Cristo, aquel cuyas riquezas son incomprensibles. [3]
Por las citas anteriores, podemos comprender que lo que Pablo anunciaba era a Jesucristo y todo lo que Él nos da: redención, justificación, santificación, adopción, regeneración, reconciliación, glorificación. En Cristo, tenemos riquezas sublimes.




[1]  Francis Foulkes, Tyndale New Testament Commentary Ephesian,
[2] F. F. Bruce,The Epistles to the Colossians, to Philemon and to the Ephesians, William B. Eerdmans Publishing Company
[3] The Expositor's Bible Commentary Volume 12: Ephesians ~ Philemon, Tremper Longman III & David E. Garland

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