Usualmente cuando expresamos palabras de aliento o queremos motivar en alguna circunstancia difícil a determinada persona, tendemos a recurrir a versículos como Filipenses 4:13, Gálatas 2:22, Salmos 37:4, entre otros. Uno de los más populares es Salmo 37:4 (y que frecuentemente es utilizado en cumpleaños), el cual en la versión Reina Valera 1960 dice así:
Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.
La comprensión de este texto es que si yo me deleito en el Señor entonces el concederá las peticiones de mi corazón. Causa: Deleitarse en el Señor. Efecto: Conceder de peticiones de mi corazón. ¿Es esto así?
Contextualizando el versículo
El versículo 4 no está a la deriva, no es un náufrago, pertenece a un contexto. Y este contexto inmediato es el capitulo completo, por lo cual es necesario conocerlo mejor.
El salmo 37 puede dividirse en 3 partes:
a) Exhortación a los justos (1-8)
b) Exposición sobre los malvados y los justos (9-26)
c) Consejo para los justos
El versículo 4, pertenece a este conjunto de exhortaciones que el salmista hace al lector. Cabe notar que el verbo "deléitate"está escrito en forma imperativa por lo que deleitarnos en el Señor no es meramente una sugerencia, es algo a lo que somos enérgicamente motivados, como miembros de Su pacto y de Su pueblo.
Un corazón que se deleita en Dios.
Antes de responder a la pregunta inicial, es necesario hacer algunas observaciones:
a) El texto no menciona la palabra "todas" las peticiones. Esa ha sido una palabra que se ha agregado al texto. Una mala paráfrasis
b) Luego de la expresión "Deléitate asimismo en Jehová", no encontramos una conexión gramatical que nos permita entender la segunda parte del texto como un efecto de la primera.
Con base a lo anterior, respondamos a nuestra pregunta, ¿Dios concederá las peticiones de nuestros corazones? No. Realmente no. Imagínense donde estuviésemos hoy si Dios nos concediera todo lo que pedimos. Posiblemente estaríamos lejos de Él.
¿Entonces, qué quiere decir este texto? A lo que el salmista nos insta primeramente es a gozarnos en el Señor, a tener delicia en Él y en Su Palabra, de modo que estaremos tan saturados de su Palabra y de su amor, que pediremos aquellas cosas que son conforme a Su voluntad y Él las concederá.
Cuando estamos lejos de la palabra de Dios y de la oración, nuestras peticiones delante de Él se tornan mas frías y egoístas, pero cuando tenemos comunión con Su palabra, nuestras peticiones son más cálidas y conforme a su corazón.
Tremper Longman III señala que "Los versículos 3-4, instan a confiar en Dios, y al comportamiento correcto. En lugar de preocuparse por las personas malvadas, los piadosos deben descansar cómodamente en la tierra. Dios les dará seguridad. El que se deleita en el Señor tendrá deseos que se ajusten a la voluntad de Dios para sus vidas. Dios hará lo que ellos pidan." [1]
Por lo que llegamos a la conclusión de que Salmo 37:4, no está refiriéndose a Dios como un personaje que hará todo lo que quieras si tu le agradas a Él. De ningún modo. Lo que ese texto nos dice que en cuanto más comunión tengamos con Él, más desearemos lo que Él desea, y lo concederá.
Bibliografía
[1]Psalms: An introduction and commentary (TOTC) (2014) Tremper Longman III. Intervarsity Press