Yo no creo en la elección debido a que sí Dios elige a algunos y excluye a otros, lo convertiría en injusto
Respuesta Bíblica.
Dios trata con las personas de dos maneras. A algunos les da misericordia, y a otros le da justicia. Pero nunca da u ofrece injusticia. Debemos recordar que Dios no tenía la obligación de salvar a nadie. Si Dios fuera a dar a cada uno lo que él o ella se merecía, todos estaríamos eternamente condenados. Digamos que hay cien hombres condenados a muerte. Usted es un poderoso juez que tiene el derecho y los medios de perdonar a los hombres en el corredor de la muerte. Usted también es capaz de cuidar de ellos y convertirlos en ciudadanos honrados. Usted decide que va a mostrar misericordia. Usted va a mostrar un acto de bondad a estos prisioneros que merecen la muerte. Así que usted va y ejerce su poder y autoridad, enuncia la liberación de veinticinco de estos hombres. ¿Podría decirle, "¡Hey, eso no es justo. Esos otros setenta y cinco hombres merecen ser liberados también?" La respuesta es no! Eso no sería una verdad. Lo sorprendente sería que veinticinco fueron liberados de su pena de muerte, no que el setenta y cinco fueron dejados a sufrir las consecuencias de la justicia. Esto es lo que Dios hace en la elección. Todos nosotros estamos en el corredor de la muerte. Tenemos toda la traición cometida. Pero Dios eligió a algunos y dejo el resto a la justicia, no es injusto, es maravillosamente misericordioso!
"Yo no creo en las elección porque Dios es un caballero y no violaría mi libre albedrío."
Respuesta Bíblica.
La Biblia no enseña una voluntad neutral. La Biblia habla que la voluntad humana está esclavizada al pecado. Es libre solamente para pecar libremente. Si Dios dejará nuestra salvación en nuestras manos, ni una sola persona vendría a él (Romanos 3: 11). Por tanto, debemos regocijarnos en el hecho de que Dios interviene.
"Si un cierto número son elegidos para la salvación, eso significaría que no hay sentido en la difusión del Evangelio o de orar por los perdidos."
Respuesta Bíblica.
Con el fin de llegar a ser salvos, los elegidos deben escuchar primero el mensaje del evangelio. Este es el trabajo que la iglesia tiene como privilegio. Si Dios ha ordenado que alguien se salve, también ha ordenado que debe escuchar el evangelio, creer y arrepentirse. Sólo Dios sabe quienes son todos sus elegidos.
Ese no es nuestro asunto. Nuestro trabajo es difundir fielmente el Evangelio y orar por los perdidos. Dios por medio de nuestro testimonio y la oración trabaja para cambiar los corazones de los que quiere. Dios no sólo preordena los fines, sino también los medios.