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¿Profetas? ¿profecías? Creo que has escuchado esos términos. Y posiblemente estés de acuerdo o no en el uso de ellos. Pero en esta ocasión, quiero referirme a los daños que la falsa profecía produce en las personas.

Daños producidos por la falsa profecía.


1. La perspectiva de un Dios confundido
Uno de los grandes daños que producen las falsas profecías, es que dejan la impresión de que Dios no sabe lo que quiere o que cambia de planes constantemente, por ejemplo: Si un "x" profeta le dice a una persona, que tal evento ocurrirá, pero no ocurre. El supuesto profeta dirá que tal efecto, se debe a la falta de fe de la persona. ¿Pero, es nuestra fe determinante en el decreto de Dios? Para los nuevos profetas, parece que si. Según ellos, Dios tiende a decir una cosa, pero luego cambia de opinión radicalmente, debido a la fe del individuo

Los respaldos a estos giros inesperados por parte de Dios, -según los nuevos profetas- se fundamentan en los casos de Noé, Jonás, el rey Ezequías, etc. Casos que ciertamente nada tienen que ver con las obras del individuo. Los cambios -así interpretados humanamente- forman parte del decreto de Dios, que son llevados a cabo tal como Él ha previsto de antemano y todo para su gloria.

2. Antipatía por Dios y Su voluntad revelada.
Otro de los efectos dañinos producidos por la falsa profecía, es que muchos creyentes endurecen sus corazones, cuando estás profecías no se cumplen y se sienten engañados, perturbados y enojados con Dios. Dicho sea de paso, que quizás estas personas no conocieron el verdadero evangelio, sino que fueron atraídos por otro tipo de evangelio, un evangelio sensual, lleno de emociones, show, luces, cantos estridentes, predicaciones humanistas.

Pero con el paso de los años, el efecto sale a la luz, la falsa profecía hace que estas personas perciban a Dios y su Iglesia, como algo falso, manipulador y lleno de malicia. Cuando se les habla de la Biblia, piensan en que también se trata de un engaño.

3. Blasfemia contra el Espíritu Santo
Y todo lo anterior, nos lleva a un efecto más critico, la blasfemia contra el Espíritu Santo. Y es realizada por aquellos que dicen hablar por el Espíritu, como aquellos que creen y luego se dan cuenta del engaño y blasfeman en contra Dios.

Estos tres daños y muchos son producidos por las falsas profecías, y en aspectos más prácticos, éstas producen: división de hogares, iglesias, vidas destruidas, naciones engañadas, etc.

Que el Señor nos ayude a buscar en Su palabra la guía para nuestra vida y que sea el Espíritu Santo que nos auxilie a comprender la verdad y llevarla a la vida cotidiana. El Señor nos ha hablado, nos habla y nos seguirá hablando a través de Su palabra y Su Espíritu.



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