La última vez que escuché la palabra desertor, fue en una película (tipo documental). Dicho término era aplicado a un hombre que abandonaba a sus amigos y compañeros de milicia, en un crudo enfrentamiento contra fuerzas enemigas. Pero sabes que, ser desertor puede tener su lado positivo.
Si, ser desertor puede ser algo bueno, considera lo siguiente:
Sé un desertor del mundo y sus deseos: Desecha la idea de que las cosas de éste mundo podrán saciar tu vida. Cada vez más, el mundo está creando nuevas formas de llevar placer o satisfacción a tu vida. "Si usted tiene esto o aquello, será feliz", "Si usted vive o viste de esta forma, se sentirá joven y pleno", estas y otras ofertas no son más que falsedades. Quieren seducirte, quiere arrastrarte a una vida carnal y mundana. Sé un desertor y busca primeramente las cosas de arriba.
Sé un desertor de las malas compañías: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres. Hay amigos que no nos convienen, que no añaden nada bueno a nuestras vidas. Solamente nos incitan a blasfemar contra Dios, tal como la esposa de Job. Deserta de esos vínculo tan estrechos, no seamos convencidos por ellos, sino al contrario, compartamos con ellos el evangelio de nuestro Señor.
Sé un desertor de la falsa enseñanza: Los falsos maestros están en el mundo, están alrededor nuestro. No podemos conformarnos a escucharlos y a decir que todo esta bien. No podemos, tenemos que desertar y poner resistencia al engaño con la ayuda de Dios. Sé un desertor de la falsa doctrina, no te envanezcas con falsas doctrinas, que lo único que hacen es alejarte de Dios.
En estos sentidos, la palabra desertor tiene un gran significado. Los profetas, los apóstoles, y todos los que han seguido a Jesucristo, para el mundo y para la falsa religión, ellos han sido desertores.