Pablo advierte a Timoteo que vendrían tiempos en los que algunos "no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos" (2 Timoteo 4:3 LBLA)
¿Esta advertencia es únicamente para los contemporáneos de Timoteo? Responderemos esa pregunta mas adelante.
El apóstol Pablo, escribe a Timoteo que aquellos que se apartan de la sana doctrina, es porque tienen comezón de oídos. Sin duda que es una imagen muy clara. Alguna vez quizás hemos sentido comezón debido a algún tipo de alergia, y cuando sentimos esto, es muy reconfortante rascarnos.
De modo que, estas personas que -figuradamente- tienen comezón de oídos, son personas que necesitan ser estimuladas con predicaciones o enseñanzas que les satisfagan (rasquen) y se sientan bien.
William D. Mounce, en su comentario a la Epistolas Pastorales, escribe:
"En la voz activa significa "rascarse" y en la voz pasiva "picar", utilizado figurativamente por curiosidad (BAGD437). Bernard agrega que significa "ser cosquilleado" (141). La imagen es que sus oídos con comezón son cosquilleados por los falsos maestros que enseñan lo que es sensacionalista o novedoso, pero al final lo que se ajusta a sus deseos malvados" [1]
Entonces, podemos decir que Pablo estaba refiriéndose a que muchos se están apartando para del evangelio para escuchar enseñanzas que se ajusten a sus deseos personales.
Hendriksen agrega:
"El pueblo aquí descrito está más interesado en algo diferente, algo sensacional, que en la verdad desnuda. Y cuando se les presenta la verdad (como ciertamente lo hizo Ezequiel), no están interesados en la verdad misma, sino en la forma en que se presenta, el “estilo”, la oratoria del predicador, … el predicador mis‐ mo, su voz, su porte, su apariencia, sus modales. Aquí en 2 Ti. 4:3, 4 el énfasis está en el anhelo de oír historias fascinantes y especulaciones filosóficas: y apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a los mitos. La verdad redentora de Dios, que trata sobre el pecado y la condenación, con la necesidad de un cambio interior, etc. (cf. 2 Ti. 3:15–17) no la pueden digerir. Se apartan de ella(como en 2 Ti. 1:15), y se vuelven (como en 1 Ti. 1:6) a los “mitos”, aquellas familiares fábulas de viejas mencionadas con anterioridad (véase comentario sobre 1 Ti. 1:4, 7; 4:7; Tit. 1:14; cf. 2 P. 1:16) o cualquier cosa similar a ellas. Siempre hay maestros que están deseosos de “rascar y hacerle cosquillas en las orejas a quienes desean que se les haga así” (Clemente de Alejandría, The Estromata, I,iii)." [2]
Pero ¿cómo podemos identificar a un maestro o predicador que hace "cosquillas en los oídos"? Podemos partir de dos premisas que nos ofrece el texto bíblico:
1. Los que se apartan de la sana doctrina, tienen deseos de escuchar algo que les agrade.
2. Los predicadores o maestros, que predican a estas personas no se conforman a la sana doctrina.
Así que, ¿cómo identificar a un maestro o predicador que hace cosquillas en los oídos? Michael Brown, escribió un interesante artículo[3] al respecto, del cual tomaré algunas ideas para responder a esta pregunta.
1. Los predicadores que hacen cosquillas en el oído evitan hablar de la negación de si mismos y la cruz.
Pocas veces escucharás a estos predicadores hablando sobre renunciar a nuestros deseos, al contrario, ellos dicen que Dios está aquí para cumplir nuestros sueños. Y eso, es bien recibido por muchos.
2. Los predicadores que hacen cosquillas en los oídos son ligeros sobre el pecado.
Para este tipo de predicadores, hablar sobre el pecado es un tema que puede incomodar por lo tanto, sólo hacen referencias moralistas, a manera de evitar ofender y llamar al arrepentimiento.
3. Los predicadores que hacen cosquillas en el oído son amados por el mundo
Si no hablan de pecado, arrepentimiento, santidad y de Jesucristo como Salvador y Señor, el mundo está cómodo con este tipo de predicadores que lo único que hacen es hablar mensajes positivos y llenos de superación personal.
En nuestros tiempos, encontramos multitudes con comezón en el oído que desean escuchar enseñanzas alejadas de las Escrituras o que hablen de las mismas desde una perspectiva más ligera y sensual.
Si predicamos, seamos fieles a Dios y Su palabra. No complazcamos los apetitos de las personas.
[1] Word Biblical Commentary Volume 46
Pastoral Epistles, William D. Mounce, 2000 , Thomas Nelson, Inc
[2] Comentario del Nuevo Testamento: Exposición de las Epístolas Pastorales por William Hendriksen, 2006, Libros Desafío
[3] Tomado de https://www.charismanews.com/opinion/in-the-line-of-fire/44176-5-signs-of-ear-tickling-preachers