Representación de una reunión en la cual se da lugar al culto a los dioses romanos |
Para el apóstol Pablo, una de las evidencias de la conversión de los hermanos en Tesalónica, fue el abandono de la idolatría. A lo largo de todo el mundo greco-romano, "los ídolos eran venerados en los templos dedicados a los dioses gentiles tradicionales, la magia popular y la superstición, así como en las religiones y cultos de misterio" (ISBE 2.799). Así, cuando Pablo salió en sus viajes misioneros al mundo gentil, se encontró con ídolos de todo tipo y con aquellos que participaron en la idolatría.” A dónde quiera que Pablo fue, encontró un paganismo acérrimo y expandido en todas las esferas de la sociedad greco-romana. Específicamente en Tesalónica se adoraban una variedad de dioses “algunos tradicionales y otros importados de Samotracia, Egipto y Roma" (Green 2002: 107)”
Es a esta sociedad politeísta, a la cual Pablo tiene que proclamar el evangelio de Jesucristo. Muchos piensan que predicar al mundo en el siglo XXI es complicado, pero habría que ver con seriedad lo que los primeros evangelistas cristianos tuvieron que enfrentar. Fueron grandes desafíos.
Pero a pesar del mundo hostil, la proclamación del evangelio fue efectiva, de modo que en Tesalónica es fundada una iglesia por Pablo y Silas:
“Pablo y Silas llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. Como era su costumbre, Pablo entró en la sinagoga y tres sábados seguidos discutió con ellos. Basándose en las Escrituras, les explicaba y demostraba que era necesario que el Mesías padeciera y resucitara. Les decía: «Este Jesús que les anuncio es el Mesías». Algunos de los judíos se convencieron y se unieron a Pablo y a Silas, como también lo hicieron un buen número de mujeres prominentes y muchos griegos que adoraban a Dios.” (Hechos 17:1-4)
En la primera carta que Pablo escribe a los Tesalonicenses, entre varios propósitos, el apóstol expresa su regocijo en Dios por la salud espiritual y el progreso de la iglesia (1 Tesalonicenses 1:2-10). La proclamación del evangelio produjo una iglesia fuerte que se constituyó “en ejemplo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya”
Es en 1 Tesalonicenses 1:9, que Pablo alaba a Dios porque éstos que estaban ciegos en la idolatría ahora siguen al Dios verdadero. El apóstol está seguro que “ se convirtieron a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero”
Esto es conversión genuina.
“Convertirse de ídolos no es fácil. Los ídolos ostensiblemente dan seguridad y significado a la vida. Gastamos nuestro tiempo y dinero en ellos. Ellos consumen nuestro pensamiento. Se convierten en objetos de nuestra adoración. Nuestros pensamientos se sienten atraídos por ellos y ocupan nuestros sueños. En las palabras de Timothy Keller, "un ídolo tiene una posición de control tal en tu corazón que puedes gastar la mayor parte de tu pasión y energía, tus recursos emocionales y financieros sin pensarlo dos veces" (Keller, Dioses falsos, 13-14).”
Para el individuo, los ídolos representaban seguridad, honor y fidelidad. Pero el Evangelio, venció en medio de la oscuridad. Post Tenebras Lux.
Pero meditemos en esta palabra: conversión.
La palabra conversión (Gr. ἐπιστροφή, ῆς, ἡ epistrophē) aparece 36 veces en el Nuevo Testamento, y su significado es girar en dirección opuesta. De modo que, Pablo dice que los tesalonicenses cambiaron la orientación de su corazón, y este cambio no fue por autodeterminación propia sino por la proclamación del Evangelio. Dicho de otro modo, la proclamación del Evangelio y el poder del Espíritu Santo, opera en el corazón del hombre, de modo que éste cambie totalmente los deseos de su corazón.
Entonces la conversión, no es sólo un acto meramente intelectual o social, es decir no es repetir o aceptar algunas verdades como ciertas, sino que es aún más profundo. La conversión es una transformación de vida, es el poder de Dios moldeando el corazón del hombre a Su voluntad.
Actualmente vivimos tiempos en los que el término conversión es utilizado a la ligera y de forma equívoca:
- Algunos piensan que pueden convertirse a sí mismos por esfuerzo propio
- Otros consideran que la conversión es asimilación de verdades salvíficas
- Y otros más, piensan que la conversión es ritualismo (cumplir con ciertas prácticas religiosas)
Bajo tales conceptos, muchas personas profesan ser cristianas, pero viven de acuerdo a los principios del sistema que se opone a Dios. Es un cristianismo nominal, que parlotea muchas cosas bíblicas, pero sin experiencia, sin vivencia, sin imitación de Cristo. Pablo con mucho entusiasmo estaría de acuerdo en que la confesión de fe con la boca contradicha por una vida desobediente revela un corazón incrédulo que necesita regeneración para obedecer a Dios.
La conversión genuina, es una experiencia que nos lleva a la transformación diaria para la gloria de Dios, es decir, que ahora no nos sujetamos a aquellos ídolos de los cuales éramos esclavos sino que ahora pertenecemos a Dios y buscamos honrar Su Nombre en todo lo que hagamos.
La conversión genuina, es una vida rendida totalmente a Dios.
Fuentes utilizadas:
Christ-Centered Exposition Commentary: Exalting Jesus in 1 & 2 Thessalonians
Cornerstone Biblical Commentary, Volume 16