Es una carta escrita
por Pablo de Tarso a los cristianos de Filipos.
Escrita alrededor del año 61 d. C., en una
prisión de Roma, consta de 4
capítulos. Su propósito principal fue agradecer a los cristianos de Filipos la
ofrenda que ellos le enviaron. Pablo trata también temas como la humildad,
el gozo, la unidad y la vida cristiana.
Filipos era una ciudad griega de la provincia de Macedonia, donde
Pablo había fundado una comunidad cristiana cerca del año
50 d. C.,durante su segunda gira misional.
“Los filipenses estaban muy
profundamente interesados en el apóstol. El alcance de la epístola es confirmarlos
en la fe, animarlos a andar como corresponde al evangelio de Cristo,
precaverlos contra los maestros judaizantes, y expresar gratitud por su
generosidad cristiana.
Esta epístola es la única, de las escritas por San
Pablo, en que no hay censuras implícitas ni explícitas. En todas partes se
halla la confianza y la felicitación plena y los filipenses son tratados con un
afecto peculiar que percibirá todo lector serio” – Mathew Henry.