Vivimos tiempos en los cuales el pecado es visto como un problema de conducta o moral. Dejando a un lado el peso que está palabra tiene en el contexto bíblico y en la vida espiritual.
Pablo escribiendo a los Romanos dice: "todos están bajo pecado" (Rom. 3:9) judíos y gentiles, ricos y pobres, todos están bajo pecado.
"No hay justo, ni aún uno" (Rom. 3:10)
Por lo tanto podemos afiermar que el dominio del pecado es universal. Veamos lo que el Catecismo de Heildeberg nos dice en cuanto a que todos hemos pecado:
Pregunta #7: ¿De dónde procede esta corrupción de la naturaleza humana?
Respuesta: De la caída y desobediencia de nuestros primeros padres Adán y Eva en el paraíso (a), por ello, nuestra naturaleza ha quedado de tal manera corrompida, que todos somos concebidos y nacidos en pecado (b).a. Gén. 3; Rom. 5:12, 18, 19.- b. Salmo 51:5; Gén. 5:3.
Ahora veamos el contexto bíblico en cuanto al pecado:
1. Todo hombre posee una naturaleza heredada que lo inclina al pecado:
He aquí, en maldad he sido formado,Y en pecado me concibió mi madre.Purifícame con hisopo, y seré limpio;Lávame, y seré más blanco que la nieve. (Salmo 51:5,7)
Se apartaron los impíos desde la matriz;
Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron.
Veneno tienen como veneno de serpiente;
Son como el áspid sordo que cierra su oído, (Salmo 58:3-4; Cfr. Rom 3:12)
2. Todo hombre está muerto y su ser (mente, acciones, etc) está totalmente corrompido:
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. (Genesis 6:5)
Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. (Mateo 15:19)
En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. (Efesios 2:1-2)
Por todo lo anterior expuesto se puede afirmar que el pecado es universal, que ha afectado a todos los hombres, y que ninguno de ellos es justo delante de Dios.
Pero veamos la buena nueva:
Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. (Romanos 5:18)
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. (Romanos 3:24-26)
En Jesucristo somos justificados, somos declarados inocentes delante de Dios.
Mira y cree en "el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo"(Juan 1:29), quién "el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;" (1 Pedro 2:22).