Alégrate ahora que eres joven. Déjate llevar por lo que tus ojos ven y por lo que tu corazón desea, pero no olvides que un día Dios te llamará a cuentas por todo lo que hagas. (Eclesiastés 11:9 TLA)
La juventud es una etapa donde hay muchas cosas por hacer y muchas cosas por vivir.
El escritor dice: "Alégrate ahora que eres joven. Déjate llevar.." tales palabras parecen una invitación a vivir "como nos de la gana" sin temor o prohibiciones, sin reglas o consejos que aburran. Parece que este escritor "si entiende a los jóvenes". Sin embargo, sí continuamos con la lectura aparece un "pero no olvides"...ese "pero" es el prefacio a una advertencia clara e incuestionable, la cual es: un día Dios te llamará a cuentas por todo lo que hagas.
¡Así es!, un día daremos cuenta de todo lo que hagamos, y no podremos decir: "vamos Señor, somos o eramos jóvenes, ya sabes como son los jóvenes, no?". No habrá justificaciones.
Por lo tanto la juventud no debe ser para vivir según bien nos parezca o para darle rienda suelta a las bajas pasiones, más bien debe ser una etapa (como todas las demás) en la cual dispongamos nuestras vidas delante del Señor, haciendo Su voluntad y viviendo para Su gloria.
Acuérdate de tu creador
ahora que eres joven.
Acuérdate de tu creador
antes que vengan los días malos.
Llegará el día en que digas:
«No da gusto vivir tantos años». (Eclesiastés 12:1 TLA)
La juventud es una etapa donde hay muchas cosas por hacer y muchas cosas por vivir.
El escritor dice: "Alégrate ahora que eres joven. Déjate llevar.." tales palabras parecen una invitación a vivir "como nos de la gana" sin temor o prohibiciones, sin reglas o consejos que aburran. Parece que este escritor "si entiende a los jóvenes". Sin embargo, sí continuamos con la lectura aparece un "pero no olvides"...ese "pero" es el prefacio a una advertencia clara e incuestionable, la cual es: un día Dios te llamará a cuentas por todo lo que hagas.
¡Así es!, un día daremos cuenta de todo lo que hagamos, y no podremos decir: "vamos Señor, somos o eramos jóvenes, ya sabes como son los jóvenes, no?". No habrá justificaciones.
Por lo tanto la juventud no debe ser para vivir según bien nos parezca o para darle rienda suelta a las bajas pasiones, más bien debe ser una etapa (como todas las demás) en la cual dispongamos nuestras vidas delante del Señor, haciendo Su voluntad y viviendo para Su gloria.
Acuérdate de tu creador
ahora que eres joven.
Acuérdate de tu creador
antes que vengan los días malos.
Llegará el día en que digas:
«No da gusto vivir tantos años». (Eclesiastés 12:1 TLA)