Son muchos los que en repetidas ocasiones hemos dicho a manera de oración: "No puedo vivir sin ti Jesús. Te amo".
Pero en la mayoría de casos esa devoción y amor se limitan a un momento en la iglesia, después de eso cada uno vuelve a su vida.
Que fácil podemos engañarnos a nosotros mismos. ¿Cómo podemos decir que anhelamos vivir cerca de Dios y que lo amamos, cuando durante la semana no hay devoción a Dios, cuando no oramos y/o leemos las Sagradas Escrituras?
No es mi intención juzgar, sino más bien es un llamado a que juntos reflexionemos en la necesidad urgente de una ferviente relación con Dios, en la cual glorifiquemos Su Nombre andando en amor y temor.
¿Desea Dios solamente unos minutos al día, uno o dos días a la semana? Definitivamente no.
Cada minuto de nuestra vida le pertenece a Dios, porque Él nos ha salvado.
Busquemos continuamente al Señor en oración y escuchemos con atención Su Voz en su Bendita Palabra.
El que ama a Jesucristo, guarda su palabra, esto es, escucharla, meditarla y vivirla diariamente