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"El mensaje de la salvación, que normalmente se predica o enseña en la gran mayoría de las iglesias en estos días se ha contaminado con el humanismo. El enfoque es en llegar a ser cristiano por algún gran beneficio o recompensa de Dios basado en poco o ningún costo personal. Grandes cantidades de personas responden a ese falso evangelio.

El evangelio verdadero que nuestro Salvador predicó durante su ministerio terrenal puede haber mencionado los beneficios de ser salvado, pero Su énfasis fue el costo de convertirse en Su discípulo, de tal manera que hizo que muchos de sus oyentes no le siguieran más. De hecho, cada vez que veía que las personas acudían a él para que sus necesidades fuesen conocidas, él hablaría un mensaje a ellos que expresaba que los que son sus discípulos son los que han considerado el costo y han visto que lo eterno es todo lo que realmente importa 

Grandes multitudes le acompañaban; y El, volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14:25-26)

La palabra "aborrecer" en v25 puede ser muy molesto para nosotros si leemos este texto casualmente. Se entiende mejor en el contexto de Mateo 10: 37-39:

"El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará."

Jesús nos dice que Él es el Señor de los que son sus discípulos. Él es el Señor de Señor y Rey de Reyes. Él posee toda autoridad. El requisito de ser su discípulo es amarlo sobre todas las cosas y todas las personas."

Tomado y adaptado de "El alto costo del discipulado, Mike Ratliff"

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