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La enfermedad es uno de los episodios más difíciles que cualquiera puede atravesar. La gravedad de las enfermedades puede variar pero todas nos resultan una afrenta.

Pero ¿es la voluntad de Dios que enfermemos? y ¿qué hago cuando la enfermedad ha avanzado y parece no haber respuesta a pesar de mis oraciones?

Vamos por partes:


  • La enfermedad es permitida por Dios
El relato de Job nos enseña que Dios permite la enfermedad en la vida de Job:


Y Job tomó un tiesto para rascarse mientras estaba sentado entre las cenizas. (Job 2:8) 
¿Se deleita Dios en hacernos pasar enfermedades? No, recordemos que Dios es bueno, justo y perfecto por consecuencia lo que Él hace y permite es bueno, justo y perfecto para Sus hijos.
Ciertamente para los impíos, los que aborrecen  Dios, la enfermedad viene a ser una causa para blasfemar el nombre de Dios, pero para aquellos que han nacido de nuevo, la enfermedad es una etapa para glorificar a Dios ya que los cristianos creemos que todas las cosas, no acontecen sin razón alguna, como por azar, sino por su consejo y por su voluntad.


  • "Estoy enfermo y oro para que Dios me sane, pero todo sigue igual".
Esa declaración es hecha por una gran cantidad de cristianos, la idea central en esta declaración es: Dios no me escucha.
Si usted es uno de esos que ha pensado así, puedo decirte por lo que la Biblia nos enseña que DIOS SI ESCUCHA tus oraciones PERO su voluntad es muy diferente a la nuestra y la enfermedad que estás pasando obrará para bien. Glorifica Su nombre.

"¿Seré sano?" Si es la voluntad de Dios así será.

Aún el apóstol Pablo, un  hombre muy usado por el Señor padeció de enfermedad (Gal. 4:13). ¿Era tal enfermedad un castigo de parte de Dios para Pablo? Muy posiblemente no.
¿Qué hizo Pablo en medio de la enfermedad? Pablo en cualquier circunstancia o enfermedad enunciaba con pasión:

Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.  (Gal. 2:20) 
Sigue orando y haciendo uso de los medios que Dios ha permitido para mejorar nuestra salud.

Y por último comparto algunos tips:

1- Así como cuidas tu alma, cuida tu cuerpo. Me refiero a comer bien, caminar un poco y tomar aire fresco, no están de más.

2- Sí estás enfermo, en tus oraciones NO decretes o cosas parecidas, solo ruega que el Señor se glorifique.


3- Si tu enfermedad lo permite, lee las Escrituras, comparte tiempo con tu familia, canta al Señor por su misericordia. No le des lugar a la murmuración.


4- Regocijate, regocijate siempre. 



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