que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo (1 Pedro 1:5-7)
Saber que hemos sido rescatados de nuestros pecados y que tenemos una esperanza viva en Cristo, es causa de alegría. Pero según el apóstol Pedro, en medio de nuestro gozo, debemos considerar que nuestra fe será probada, así como el oro es purificado en el crisol.
Ésta idea no debe llenarnos de temor o confusión, es más las pruebas no deben hacernos dudar del amor del Señor, de Su misericordia, de su perfecto plan.
Las pruebas son herramientas que Dios utiliza para perfeccionar nuestra fe.Veamos a continuación:
Las pruebas son necesarias:
Algunas pruebas nos disciplinan cuando hemos desobedecido a la voluntad de Dios (Sal. 119:67). En otras ocasiones, las pruebas nos preparan para crecer espiritualmente o limitarnos a pecar ( 2 Cor. 12:1-9)
Las pruebas son diversas:
Suceden en diferentes maneras, en diferentes contextos, en diferentes etapas de nuestra vida. No importa de que clase se prueba se trate, Dios puede darnos la gracia para sobrellevarla.
Las pruebas no son fáciles:
Negar que las pruebas producen aflicción, para aparentar ser "más espirituales" solamente las complica aún más.
Las pruebas son controladas por Dios:
No durarán por siempre, sino por un poco de tiempo. Así como el oro es purificado en el fuego por un determinado tiempo, hasta que las impurezas son eliminadas, así, de la misma forma mientras vivamos seremos llevados al horno de la aflicción y la prueba, para que sometida a prueba nuestra fe "sea hallada pen alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo".