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 "El deber de cada esposo: Amar a su esposa. Éste no es el único deber pero incluye todos los demás." - Richard Steele.

¿Amas a tu esposa? ¿La amas como Cristo te ama a ti?. El apóstol Pablo utiliza una hermosa y profunda analogía, leemos lo siguiente:

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella (Efesios 5:22)

Luego añade mucho más enfasis diciendo:

"Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo" (Efesios 5:33a)

Hace unos días, mientras mi esposa preparaba con mucho entusiasmo la cena, recordé estas palabras utilizadas por Pablo: "amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia".


Un amor sublime


Pensar en esas palabras llevó a preguntarme ¿amo a mi esposa, como Cristo me ama a mi?. Sin duda, mi amor debe seguir creciendo, ya que el remanente de pecado, con el cual luchamos a diario, nos lleva a decir o hacer cosas que directa o indirectamente no sean del agrado de la esposa.

Pero a pesar de eso, Dios nos llama a un amor más elevado, a un amor puro, que crece y se fortalece con el pasar de los días. Hollywood y el mundo, nos enseñan otras cosas respecto al amor: no hay moralidad, no hay defectos, no hay santidad, no hay temor de Dios, no hay amor, no hay Dios.


¿Cómo Cristo ama a la iglesia?



Nos ama sin fingir:

Él no está fingiendo estar interesado en nosotros, sino que Él verdaderamente quiere estar con su amada Iglesia, es un amor real.

Sin guardar rencor:

¿Cuantas veces le hemos fallado al Señor? y ¿cuantas veces Él nos ha restaurado y perdonado?. ¿Ha guardado Él, algún tipo de rencor? ¿Nos echa en cara nuestros pecados anteriores? Todo lo contrario.
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. (Rom. 8:38)

Cuidando de todo mal:

El Señor ama a Su iglesia, y le cuida, le guarda de todo mal. Durante la Historia, el Señor ha cuidado de Su iglesia, imperios y hombres malvados se han levantando, en contra de la Iglesia, pero ha sido guardada de todo mal. Porque Él Señor le vigila.


Buscando su bien:

Sus cuidados, sus consejos, su presencia, es para buscar el bien del los suyos para gloria de Su nombre.


¿Cómo amar a nuestra esposa?

Ya que debemos amar a la esposa, como Cristo ama a la Iglesia. Entonces nuestro amor se demuestra con..

Sinceridad:

No fingiendo, o reservándonos nada. Siendo auténticos, con nuestros temores, dudas, y debilidades, para juntos pedir la gracia al Señor.


Perdonando:

Nuestra esposa no es un ángel, mucho menos nosotros. Nos equivocaremos a diario, ella también. Pero como Dios nos ha perdonado en Cristo, nosotros debemos perdonarnos unos a otros. Sin utilizar el recuerdo de esos errores en futuras conversaciones.


Interés:

Debemos interesarnos, en sus sentimientos, en sus opiniones, en sus temores, en sus percepciones, en su silencio, en todo.


Ayudando en su vida espiritual:

Orar por ella, orar junto a ella. Instarla a confiar en el Señor. Recordandole la palabra del Señor. Alabando a Dios, por sus maravillas.

"Aunque no podemos lograr ser iguales a Cristo, esta cualidad de nuestro amor debe ser como la de él" - Richard Steele

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