Estamos en ese tiempo, en el cuál la buena enseñanza no es estimada por muchos que se denominan cristianos. El mundo no quiere oír nada que tenga que ver con Jesucristo, a menos que sea un Cristo liberal, que no demande nada y que apruebe cualquier tipo de comportamiento -sin importar cuan pecaminoso sea. Esto es en cierto modo normal, por ello es que la iglesia de Cristo continuamente sigue predicando el evangelio, proclamando al Cristo verdadero, a manera de que según la voluntad de Dios, los que han de ser salvos crean al mensaje del Evangelio.
Sin embargo, desde hace tiempo se observa otro panorama. En muchos círculos cristianos ya no quieren a Jesucristo tal como las Escrituras lo enseñan. Hoy se están formando un cristo, que acepta el aborto, la homosexualidad, la pedofilia, la zoofilia, entre otras barbaries. Si, muchos dicen ser seguidores de cristo, pero éste cristo, está lejos de la Biblia. Un cristo hecho a la medida de los deseos de hombres perversos.
Por otro lado y siempre en ese mismo panorama, hay otros que han creado un cristo amante del dinero, de los lujos, un servidor cósmico que está atento a nuestras ordenes, dicho servidor vive día y noche esperando con ansiedad a que digamos cualquier deseo para cumplirlo. De hecho, si le ofrecemos dinero a éste cristo, él no duda en actuar.
Son tiempos peligrosos. Tiempos donde cada quién se está formando un cristo a su medida. Ya no soportan la sana doctrina. La palabra soportar en este texto significa: "llevar" o "sostener a pesar de...". La sana doctrina, nos demanda muchas cosas, santidad, amor a Dios y al prójimo, glorificar a Dios, gozar de Él, rechazar el mundo, resistir la tentación, glorificar a Cristo, etc.
Pero en estos tiempos, para muchos esa sana doctrina es objeto de burla, ridiculización y censura, la consideran arcaica, absurda, escueta, poco abierta, etc. Mientras tanto, las herejías que son incluidas en muchos sermones o "alabanzas" son consideradas como algo novedoso, algo funcional, revelaciones de Dios, unción del Espíritu Santo, manifestaciones de Dios, etc.
¿En cuál lado te encuentras? ¿En los que llevan la sana doctrina? ¿O en los que viven como desean bajo la sombra infernal de un falso evangelio?
Acércate a las Escrituras y descubre en que camino estás, en el ancho o en el estrecho.