En los últimos años, hemos sido testigos de muchos eventos naturales como terremotos, huracanes, altas o muy bajas temperaturas, etc. De igual manera, hemos visto el aumento de la maldad en el mundo. Ante este cuadro, una idea surge con mucha fuerza: Cristo viene.
Esta conclusión se deriva de Mateo 24. Pero no quiero centrar este post en ese asunto sino en una señal más silenciosa.
¿Cuál es una de esas claras señales del regreso de Cristo?
"no pierdan la cabeza ni se alarmen por ciertas profecías, ni por mensajes orales o escritos supuestamente nuestros, que digan: «¡Ya llegó el día del Señor!»No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza" (2 Tesalonicenses 2:3)Esta señal es: la apostasía.
La palabra apostasía significa rebelión o rechazo a Dios. Es importante notar que el apóstol Pablo dice "primero", dando a entender que esta rebelión a Dios es un hecho que se dará en los postreros tiempos. La rebelión o el rechazo a Dios no será en los que están en el mundo, sino en aquellos que dicen conocer a Dios. Son aquellos que han conocido de Dios y su obra, pero no han conocido a Dios verdaderamente.
Pero ¿de donde procede esta apostasía? El Señor nos ayuda a entender la fuente de esta rebelión:
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios (1 Tim. 4:1)
La causa de la apostasía, ciertamente es que estás personas no han sido verdaderamente regeneradas y por lo tanto abandonan la fe, es decir la creencia y confianza en las sanas palabras de Jesucristo. Y en vez de eso prefieren prestar atención a doctrinas falsas.
La doctrina falsa incita a la apostasía en aquellos corazones que nunca han conocido al Señor.
En todas las épocas hemos visto que muchas personas han abandonado al Señor, pero actualmente vemos que muchos se regocijan en su rebelión. En el peor de los casos, niegan que esta rebelión sea tan mala sino que es "otra forma" de conocer al Señor.
El Señor viene pronto. Y seguiremos viendo -lamentablemente- a muchos abandonar la sana doctrina y buscando refugio en las falsas enseñanzas, tales como el movimiento de la palabra de fe, la reforma apostólica y profética, movimientos ecumenistas y papales.
Por lo tanto, velemos y oremos para que el Señor nos de su gracia para terminar esta carrera. Son tiempos peligrosos, pero podemos confiar en el Señor.