Entraron en Capernaúm; y enseguida, en el día de reposo entrando Jesús en la sinagoga comenzó a enseñar. Y se admiraban de su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Y he aquí estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar, diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios. Jesús lo reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! Entonces el espíritu inmundo, causándole convulsiones, gritó a gran voz y salió de él. Y todos se asombraron de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva con autoridad! El manda aun a los espíritus inmundos y le obedecen. Y enseguida su fama se extendió por todas partes, por toda la región alrededor de Galilea. (Marcos 1:21-28 LBLA)
Luego de llamar a sus primeros discípulos a ser pescadores de hombres, Jesús se dirige con ellos a Capernaum. Marcos específica que fue en el Sabat que Jesús (como todo judío) llega a la sinagoga.
La sinagoga, era una estructura central para la religión judaísmo, tanto para los asuntos de devoción como para asuntos judiciales y cívicos.
En la sinagoga, los servicios se enfocaban en la oración, la lectura y la exposición del Antiguo Testamento. Es en este lugar donde Jesús se encuentra con un hombre endemoniado, "una presencia que va en contra de todos los esfuerzos de separación y santidad que ha trazado (está trazando) el rabinismo, a partir de los principios recogidos en el código legal antiguo de Levíticos 16. Ciertamente, las autoridades judías no parecen saber que es un impuro, si pudieran reconocerlo, si supieran que dentro de la misma sinagoga se esconde un hombre endemoniado" [1]
Pero, para Jesús este hombre endemoniado no pasa desapercibido. Ni tampoco el espíritu maligno pasa inadvertida la presencia de Jesús.
De modo que, el hombre grita lo siguiente:
- ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret=
- ¿Has venido a destruirnos?
- Yo sé quién eres: el Santo de Dios.
Estas tres expresiones, muestran algunos aspectos muy interesantes:
a) El terror y el reconocimiento del poder de Jesús por parte de los demonios.
b) Los demonios conocen que hay un castigo eterno preparado para ellos. Ladd, comenta: "En el judaísmo, la destrucción de los poderes satánicos se esperaba al final del siglo cuando llegara el Reino de Dios. El demonio reconoce en Jesús un poder sobrenatural que es capaz de aplastar al poder satánico en cualquier tiempo y lugar" [2]
En el próximo post, veremos cuál fue la reacción de Jesús y la multitud ante este suceso.
[1] Comentario al evangelio de Marcos, Xabier Pikaza
[2] Teología del Nuevo Testamento, George E. Ladd