El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas. (1 Tim. 4:1 NVI)
El apóstol Pablo advierte inspirado por el Espíritu de Dios, y enuncia claramente un mensaje que debe ser escuchado por todo los cristianos. Una advertencia escatológica de mucha importancia, el cual está compuesto por dos asuntos:
a) Algunos abandonarán la fe
b) Para seguir inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas. Siendo éste último asunto la base para el primero.
La apostasía un tema recurrente
Pero esta no es la primera vez que Pablo habla acerca del abandono de la fe. En la segunda carta escrita a los Tesalonicenses, dice:
No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios (2 Tes. 2:3a)
Para Pablo, el tema de la apostasía o abandono de la fe en los últimos tiempos no era un asunto desconocido sino más bien fue algo que Dios reveló e inspiró al apóstol para que hoy nosotros seamos conocedores de que la apostasía es una característica real y presente dentro del plan de Dios.
Es necesario recordar que "los últimos tiempos" iniciaron el día en el cual Cristo asciende y terminarán en su Segunda Venida, por lo que a medida avanzan los días, la rebelión hacia a Dios será más evidente y cruda.
Gnósticos y demonios
Cuando el apóstol Pablo escribe esta advertencia, la iglesia de Éfeso estaba enfrentando la influencia gnóstica. Barclay comenta:
"la esencia del gnosticismo era que el espíritu es totalmente bueno y la materia totalmente mala. Una de sus consecuencias era que había hombres que predicaban que todo lo que tuviera que ver con el cuerpo era malo, y que todo lo del mundo era malo. En Éfeso esto desembocó en dos errores definidos. Los herejes insistían en que las personas debían, hasta donde fuera posible, abstenerse de comer, porque la comida era material y por tanto mala; los alimentos servían al cuerpo, y el cuerpo era malo. También insistían en que hay que abstenerse del matrimonio; porque los instintos del cuerpo eran malos y por tanto debían reprimirse." [1]
Por lo que, con mucha vehemencia el apóstol titula estas enseñanzas como doctrinas diabólicas. Tal severidad se debe a que las enseñanzas gnósticas menoscaban la visión cristiana, de modo que el cuerpo, el mundo, Dios, la realidad, eran distorsionadas totalmente. Pero a pesar de la severidad del mensaje, Pablo dice que algunos (con conocimiento de causa y efecto) abandonará la fe para ir tras de estos falsos maestros.
En busca de nuevas y frescas enseñanzas que los lleva a un "nivel" más amplio y profundo de espiritualidad, abandonaron la verdad. Maestros que sedujeron con palabras bonitas y espirituales, los apartaron de la verdad del glorioso Evangelio. Lo celestial por lo diabólico.
"Esto en verdad es cierto todo el tiempo: que los hombres, cualesquiera que sean, hablan bajo la conmoción del espíritu. Pero no es el mismo espíritu el que los mueve a todos; porque algunas veces Satanás es un espíritu mentiroso en la boca de los falsos profetas..." [2]
También hoy existen doctrinas diabólicas
Las doctrinas diabólicas no se quedaron atrapadas en el tiempo, sino que han ido evolucionando y distorsionado todo lo que hay a su alrededor.
Hoy en día encontramos doctrinas diabólicas por doquier: evangelio de la prosperidad, nueva reforma apostólica, liberalismo teológico, teo-construcción LGBT, etc., etc., un listado extenso de "doctrinas nuevas" que se titulan a sí mismas como cristianas, pero que en el fondo son diabólicas.
Y tal como en el siglo I y II, algunos también en el siglo XXI ha sido seducidos y han abandonado la fe. Posiblemente hemos sido testigos de personas que profesaban una fe conforme a las Escrituras, pero de pronto empezaron a hablar de nuevos apóstoles, de ministros homosexuales como algo normal, de que Jesús no fue totalmente divino, o de que si le "das" dinero a Dios, Él puede hacer un milagro.
Han dejado la doctrina de Jesucristo por la doctrina de demonios.
Estamos siendo testigos -posiblemente- de un tiempo en el cual la apostasía, es decir el abandono a la fe cristiana es tan evidente y escalofriante. Pero ¿qué podemos hacer? De eso hablaré en el siguiente post: ¿Que podemos hacer en tiempos de apostasía?
[1]Comentario al Nuevo Testamento- Tomo XII, Las Cartas a Timoteo, Tito y Filemón
[2] Comentario de Juan Calvino, 1 Timoteo